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Originaria de Australia debe su nombre al botánico alemán Scheffer que la descubrió en el siglo XVIII, familia de las Ariliáceas en según que climas es planta para interiores, en habitaciones grandes vive de maravilla colocada en rincones con mucha luz, necesita ambientes húmedos y riego abundante pero sin encharcar la tierra, dejar secar el sustrato entre riego y riego, en verano dos o tres veces por semana es conveniente pulverizarla.
Crece muy deprisa, puede llegar a medir 2 ó 3 metros de altura, sus hojas de un follaje blanco y verde la hacen espectacularmente atractiva, al igual que los ficus se trata de plantas que dan pocos problemas en cuanto a su cuidado.
Generalmente se ven en los salones de las casas o en despachos de oficinas, muy apropiada en la decoración de interiores.
Foto de Ange Ron |