De la familia de los cítricos, se supone que fue introducido en Europa por la gente de Alejandro Magno, se hizo muy popular durante el imperio Romano y utilizado como medicinal, era usada como digestivo, tónico y expectorante así como por su aroma y frescura, con ellos se elaboraban perfumes.
No sirve para comer pues carece de jugo y pulpa, hay quien dice que su infusión viene bien para calmar los nervios.
No alcanza mucha altura y sus ramas crecen largas y desgarbadas con bastantes espinas. A la hora de plantarlo hay que colocarlo a pleno sol o media sombra y al exterior con un buen drenaje pero evitando encharcarlo.
El abonado hay que hacerlo a partir de la primavera hasta principios del otoño con estiércol, guano, cáscaras de huevo y pieles de plátano troceados, si el árbol lo tienes en maceta, será mejor con abono líquido.